(II) La teoría de la responsabilidad: primeras distinciones
Responsabilidad como imputación causal de los actos cometidos
El poder causal es condición de posibilidad de la responsabilidad. El daño causado ha de ser reparado aunque éste no se haya cometido ni si quiera intencionalmente. Sin embargo esto no se puede dar de una manera tan simple cuando en él no hay una conexión directa entre el daño cometido y su causante. Aquí Jonas nos habla de un concepto "vertical" de responsabilidad, ya que afirma que puede suceder el caso de que alguien tenga que asumir responsabilidades sin tener la culpa, en un sentido efectivo: se pude dar el caso de que alguien se tenga que hacer responsable de de algún subordinado a su cargo. "El superior reúne de manera general en su persona la causalidad de sus subordinados" (El principio de responsabilidad, editorial Herder Barcelona 1995, pág. 161.) Este poder causal estaría vinculado a una justicia legal, sin embargo no tardó en añadirse a este marco de responsabilidades el castigo, entendido como un concepto moral. El centro del castigo siempre es el acto, puede suceder que haya acciones que no lleguen a llevarse a cabo y que puedan tener algún tipo de castigo sin embargo no debemos dejar de advertir que los actos siempre tendrán una represalia mayor. Así, por ejemplo la conspiración de un robo es delito y se le impone un castigo no para reparar el daño hecho sino para restablecer el orden moral; Sin embargo sigue siendo un delito no tan grave como el hecho del robo en sí. He aquí la distinción entre responsabilidad moral y responsabilidad civil, y su reflejo en el desarrollo del derecho penal y el derecho civil. Ambos tienen en común la responsabilidad entendida como una carga formal que no pone fines, y que pesa sobre toda acción causal, que establece el derecho a pedir cuentas sobre estas acciones y que es condición previa a la moral ,pero ella misma no lo es todavía.
La responsabilidad por lo que se ha de hacer: el deber del poder
Jonas nos habla sobre la responsabilidad que lleva tras de si la construcción preposicional "por lo" esto es cuando es un responsabilidad orientada a el bienestar de otros, o de algo externo a mí pero que está inserto en el campo de alcance de mi poder. Esa cosa es mía entonces, porque tiene una relación causal con mi poder. Al haber una dependencia concepto moral de algo externo que se ha vuelto mío, al ser mi poder la causa de su existencia, mi responsabilidad es obligada, y es un responsabilidad afectiva, según Jonas, según él, este sentimiento afectivo tiene su origen en la bondad de la cosa, y abochorna al egoísmo del poder. Esto es a lo que hoy llamamos ética. Para Jonas lo que necesitamos hoy es una ética orientada al futuro.
¿Qué significa "actuar irresponsablemente"?
Solo, si tenemos responsabilidad esto es, si existe esa cosa externa que está dentro de el alcance de nuestro campo de poder podemos actuar de manera irresponsable. El control sobre otros, el poder sobre otros exige obligaciones para con ellos. Cuando se comete una irresponsabilidad se comete un acto de no fidelidad a este principio, el cual a los ojos de nuestro autor es imprescindible.
La responsabilidad es una relación no recíproca
Para Jonas, no es claro que la responsabilidad se pueda dar entre individuos iguales o independientes. En el caso de actuar con solidaridad en empresas con mucho peligro tales como pueden ser una guerra, esta solidaridad se ejerce en favor del fin común no por la responsabilidad que tenemos para con nuestros iguales. Jonas describe el ejemplo de la familia en el que se ve claramente que siempre hay una carga mayor de responsabilidad en las relaciones verticales como en la de padre-hijo, que en las horizontales como en las relaciones de hermanos
Responsabilidad natural y responsabilidad contractual
Para ilustrar estos dos tipos de responsabilidad Jonas propone los ejemplos de la responsabilidad en la familia, y la responsabilidad de un político: La responsabilidad en la familia que sería responsabilidad natural, no depende de una aceptación anterior, es irrevocable y global; por otro lado la responsabilidad contractual posee un contenido y un tiempo que queda codificado, y se puede renunciar a ésta.
Responsabilidad autoelegida del político
Puede darse el caso de que exista una cosa que no esté dentro del campo de nuestro poder y sin embargo nosotros elijamos libremente hacernos responsables de ésta. Es el caso del político. Cuando el político aspira al poder también desea la responsabilidad para con los demás ya que esta es digna de deseo en el sentido de que se puede desear velar por el bien de otro sin animo de reconocimiento sino de una satisfacción interna o personal, esto es el concepto de placer de la responsabilidad. Sin embargo dice Jonas, "Que el "sobre" se convierta en "para" se constituye la esencia de la responsabilidad" (El principio de responsabilidad, editorial Herder Barcelona 1995, pág. 169)
(IV) La teoría de la responsabilidad: el horizonte de futuro
La madurez como la meta de la crianza
Entre la distinción de la responsabilidad política y paterna hay un elemento clave dentro de la concepción de Jonas que es la perspectiva de futuro. El final de la responsabilidad paterna llega por una ley intrínseca a ella misma, lo que no pasa con la responsabilidad política. En la paterna naturaleza e historicidad son elementos relevantes de la cosa.
Lo histórico: no comparable con el devenir orgánico
A ojos de Jonas el desarrollo colectivo, nunca puede darse con analogía a un desarrollo individual, estamos descartando aquí la posibilidad de tener en cuenta influyentes teoría de la historia y ciertas metáforas. La historia no puede tener uo na meta definida, un fin, es decir Jonas está en contra de las escatologías utópico-políticas, y también en un contexto religioso, está en contra de la en un progreso inabarcable. La historia nunca va a tener un fin, y aunque esté muy condicionada siempre está empezando de nuevo de manera que nunca se puede decir en términos de historia, que algo está aún por hacerse o por ser.
(IV) La teoría de la responsabilidad: el horizonte de futuro
La madurez como la meta de la crianza
Entre la distinción de la responsabilidad política y paterna hay un elemento clave dentro de la concepción de Jonas que es la perspectiva de futuro. El final de la responsabilidad paterna llega por una ley intrínseca a ella misma, lo que no pasa con la responsabilidad política. En la paterna naturaleza e historicidad son elementos relevantes de la cosa.
Lo histórico: no comparable con el devenir orgánico
A ojos de Jonas el desarrollo colectivo, nunca puede darse con analogía a un desarrollo individual, estamos descartando aquí la posibilidad de tener en cuenta influyentes teoría de la historia y ciertas metáforas. La historia no puede tener uo na meta definida, un fin, es decir Jonas está en contra de las escatologías utópico-políticas, y también en un contexto religioso, está en contra de la en un progreso inabarcable. La historia nunca va a tener un fin, y aunque esté muy condicionada siempre está empezando de nuevo de manera que nunca se puede decir en términos de historia, que algo está aún por hacerse o por ser.
La juventud y la vejez como metáforas históricas
Los estados jovenes serían los que acaben de fundarse o los que acaban de liberarse como puede ser el caso de EE.UU. y los estados viejos serían los que cuentan con siglos de historia. Jonas nos advierte de los efectos que puede tener el acto de una decisión política inmadura, aunque sea en un periodo corte de tiempo. Y las conexiones que se dan en la historia mediante este tipo de decisiones.
La predicción derivada del poder causal analítico
Hoy en día contamos con un poder analítico con el que ninguna otra época pudo soñar. Podemos deducir y calcular las posibilidades del presente y liberarnos de el método de inducción por analogía con el pasado. Sin embargo cuanto más poder de predicción teórica tenemos más son las incógnitas que se presentan. Y cuanto más complejo es el horizonte de saberes que tenemos para el futuro y para el destino colectivo, mucho mayor es la responsabilidad de esta misma colectividad.
La predicción derivada del poder causal analítico
Hoy en día contamos con un poder analítico con el que ninguna otra época pudo soñar. Podemos deducir y calcular las posibilidades del presente y liberarnos de el método de inducción por analogía con el pasado. Sin embargo cuanto más poder de predicción teórica tenemos más son las incógnitas que se presentan. Y cuanto más complejo es el horizonte de saberes que tenemos para el futuro y para el destino colectivo, mucho mayor es la responsabilidad de esta misma colectividad.
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